¿Es posible un matrimonio feliz?
Con una inmensa cantidad de películas románticas con protagonistas divorciados o con varios matrimonio en sus hojas de vida, es más un suelo el pensar que un matrimonio pueda ser verdaderamente feliz
Solamente cuando llegamos a entender que mi felicidad es hacer feliz a mi cónyuge y viceversa es cuando la felicidad toca a nuestra puerta y nos dice:
‘ Hola, vine para quedarme’.
Pero la realidad es que no siempre los dos están dispuestos a hacer feliz al otro, y es allí donde interviene la sabiduría:
Mi felicidad no puede depender de mi cónyuge.
Entonces ¿donde encuentro esa plenitud? ¿En mis alternativas?
Honestamente somos muy limitado como para poder garantizarnos un constante esfuerzo por buscar nuestra felicidad.
Pero hay UNO que realmente quiere nuestra felicidad: Adonay.
Dice 1 Juan 1:9
Amado Yo deseo que seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud así como prospera tu alma.
Adonay quiere nuestra plenitud, pero ella depende de hacer de Nuestro Padre Eterno el todo de nuestra vida y vivir para Él.
Cuando hablamos con matrimonios que han vivido quebrantos en su relación y logran superarlos, la gran mayoría coinciden en una cosa:
“DECIDÍ VIVIR PARA AGRADAR A ADONAY”
Y esa es la respuesta que necesitamos, cuando cada uno de los cónyuges vuelven su corazón a Adonay es donde reciben sanidad, libertad, restauración y propósito.
Atrévete a ser feliz en ti hogar volviendo tu corazón a YESHUA HaMashiaj Nuestro Salvador y comienza a sembrar en ti cónyuge y familia el amor, perdón, servicio y ayuda que ellos necesitan. Y sembrando en abundancia conforme al corazón de Adonay, Él les recompensará según sus riquezas en Gloria.