Cuando estamos acostumbrados a tener el control en nuestras vidas nos acostumbramos a que los resultados sean siempre de acuerdo a lo que esperamos pero… ¿qué ocurre cuando las cosas no acontecen como lo planeamos? es en esos momentos donde se evidencia la fragilidad humana y podremos tener reacciones que a veces ni siquiera logramos imaginar.
El libro de Santiago capítulo 1 versículos 2 al 5 dice: Hermanos míos tener por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, mas tenga la paciencia su obra completa para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna.
Adonai nos enseña que las pruebas deben ser una oportunidad para tener gozo porque ellas formarán en nosotros la PACIENCIA, la cual forma parte del Fruto del Espíritu Santo.
La paciencia no es una virtud con la que nace una persona, es el resultado de la formación de nuestro carácter a través de las pruebas de la vida.
Entonces… ¿Qué reacción tenemos ante las pruebas?
Ira, contienda, tristeza, ansiedad, culpabilidad, desesperación, desesperanza, resentimiento y una gran cantidad de emociones en conflicto son probablemente las formas primaria, cruda y visceral de responder.
Pero cuando aprendemos a “tenernos por sumo gozo cuando estemos en las pruebas”, es ahí donde podemos decir: mi paciencia está siendo perfeccionada.
En la Fundación Ministerio Antorchas Encendidas tenemos una columna vertebral espiritual:
1 Tesalonicenses 5:23
Y el mismo Adonay de paz os santifique por completo, y todo vuestro ser’ espíritu, alma y cuerpo sea guardado irreprensible para la llegada de Nuestro Señor YESHUA HAMASHIAJ.
Tener paciencia en las pruebas nos hace irreprensibles.
Si quieres recibir talleres de formación en la paciencia te invitamos a realizar su solicitud en la página web: