Ministerio Antorchas Encendidas

Hace menos de 2 décadas empezó un cambio radical en los hogares:

El espejo, el teléfono, la linterna, la enciclopedia, las tutorías escolares, el cine, la televisión, el salir a la calle a jugar entre muchos otros, se ha encapsulado en 1 solo aparato: el celular.

Y la realidad es que no somos concientes de los minutos u horas que dedicamos a estar en esa tecnología.
Y ahora con el crecimiento de las redes sociales es casi imposible estar en una reunión familiar, de amigos o laboral sin estar conectado al celular.

Las redes se han convertido en eso: REDES, que nos atrapan e impiden disfrutar de los detalles de la vida, es tanta la satisfacción y la dependencia del celular que el no usarlo nos hace sentir incompletos.

¿Será que fuimos creados para vivir en esas redes?

La respuesta es NO.

ADONAY ha permitido la tecnología para nuestro bienestar, pero nosotros en nuestras adicciones nos aferramos a interactuar más en la virtualidad que en la realidad.

¿Que tal si salimos más tiempo con nuestros hijos, familia, amigos etc?

Hoy es una oportunidad para dejar las redes en su lugar: el de una herramienta para nuestro beneficio y no para nuestra esclavitud.